martes, 16 de octubre de 2012

Días de espera



Escribo este post para contarles algo que me llena de emoción. Esta semana deberían estar llegando a mi casa tres paquetes de mensajería con distintos pedidos que me definen bien. Cuando me di cuenta de ello, pensé que no es casualidad y quise compartírselos.  



Hace algunas semanas le encargué a mi amiga Ana Laura unos juegos de joyería de fantasía que ella produce en papel bajo la técnica de quilling, o filigrana.  Ya de este punto hay mucha tela que cortar. La joyería no tradicional es mi debilidad; cuando veo algo diferente en diseño o material me gusta probarlo. Así que en cuanto tuve la oportunidad, hice mi pedido. Tengo tiempo queriendo aprender a hacer diferentes manualidades; así que en una de esas le digo a Ana Lau que me de unos buenos tips. Finalmente, y desde una perspectiva un poco más profunda, el papel ha sido un buen compañero de mi vida. Abiertamente reconozco que soy de la vieja escuela; considero que leer y escribir debería hacerse en papel. Al menos para mí es súper placentero plasmar mis pensamientos y emociones en una libreta a la mano que pueda leer y releer cientos de veces, que pueda tachar, borrar y cambiar. Me gusta el olor de un libro viejo; y también de uno que es abierto por vez primera. Son dos aromas completamente distintos, pero igual de agradables. Y para nada estoy en contra de la tecnología, me gustan las posibilidades que se abren con las redes sociales y otros medios digitales. Si no fuera así, no me habría animado a crear mi propio blog. Pero lo mío, lo mío, es el papel.

Y como lo mío es el papel, mi espera tiene todo que ver con él. El segundo paquete que espero es un pedido que le hice a Lety, de Criando Creando. Ya había visto que en su tienda virtual, Lety ofrece libros de maternidad y crianza que no son fáciles de encontrar en México. Como saben, nosotros criamos a nuestro pequeño a partir del respeto de sus tiempos y necesidades, rompiendo así con modelos tradicionales que no nos satisfacen, ni a nosotros como padres, ni al Piojo como hijo. Bajo esta perspectiva, para mí es importante hacer mucho trabajo interior para cerrar ciclos que no me permitan avanzar e informarme. Estos libros me permiten cuestionar lo que quizá antes ni siquiera se me hubiera ocurrido; y a partir de esas preguntas experimentar y encontrar qué es lo que le sirve a mi familia.

El último paquete que espero es también un libro. “Todo lo que alguna vez”  es una recopilación de brevísimos poemas de mi queridísimo Edel Juárez. La idea surge de la restricción de Twitter para expresarte en tan sólo 140 caracteres; por lo que algunos textos provienen de su cuenta en dicha red social, y otros más son inéditos. Debo confesar que ya tuve este libro en mis manos y es una monada; en tamaño, diseño y sobre todo, en contenido. Hace unos días asistí a un GRAN concierto (que merece un post completito) donde coincidí con Edel y ahí me mostró el libro. Confieso que me dio mucha emoción tenerlo en mis manos; pero el mío ya viene numerado y dedicado por paquetería.

Y ustedes, ¿encuentran una constante en su vida? ¿algún objeto que los defina? Sobre los libros, ¿los prefieren impresos o digitales?


Encuéntrame en Facebook y Twitter

No hay comentarios :

Publicar un comentario

No te vayas sin expresarte...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...